Hace ya una semana que uno, otro, de mis sueños se hizo realidad. Acudí al concierto que ofreció Tequila en la sala «La Riviera» de Madrid. Fue el 4 de octubre, la única fecha programada inicialmente, aunque finalmente añadieron la del viernes 3. Acudir al de Ariel Rot, estar entre bastidores con él y tener la oportunidad de conversar con el guitarrista argentino en 2003.
Si cuando me enteré de la vuelta del grupo me quedé de piedra, cuando me vi en primera fila, a escasos centímetros de Ariel y Alejo, la sensación fue aún más extraña. Durante las primeras canciones, durante ese «Rock and roll en la plaza del pueblo» con el que abrieron, se me olvidó hasta bailar y corear.
Como recuerdo, además de la camiseta y la chapa de rigor, tengo una toalla sudada por Alejo Stivel, que aún no me explico qué impulso me empujó a coger al vuelo. ¿Eso se lava, se guarda en su jugo, directamente se tira…?
Alberto Alvarez-Perea